Desde hace tiempo
que he querido
escribir; Lo intenté en septiembre cuando la agencia cumplió 5
años, después el
31 de diciembre y simplemente las palabras no fluían. Tenía borradores que cuando
volvía a leer los
párrafos no me gustaban y decía: "aún no sé qué escribir".
Han pasado un poco
más de 5 años
desde que di el primer paso firme.
Cuando fundé Figallo
Comunicaciones no tenía
ni la más mínima idea de todo lo que me esperaba; grandes
anécdotas,
experiencias, errores, alegrías, frustraciones, pero sobre todo,
los
sentimientos que he experimentado a lo largo de estos 5 años.
Al recordar y
hacer un repaso de
los clientes con los que empezamos y los actuales, llegué a la
conclusión de
que hemos tenido de todo. Desde un brujo que tenía un pequeño
local que empezó
a ofrecer sus servicios online a través de su página obteniendo
buenos
resultados, hasta clientes corporativos que nos han brindado la
confianza para
desarrollar la imagen de sus marcas.
Independientemente
del tamaño del
cliente, cada uno de ellos nos deja un gran aprendizaje. Siempre
he pensado que
el mejor cliente no es el que más paga, sino del que más
aprendes.
Siento que la
comunicación debe
ser tratada con los
dueños de las
empresas, ya que me parece importante que las decisiones de
creatividades sean
tomadas por una sola persona con el propósito de no caer en la
pirámide de un
organigrama, donde los cambios jamás tienen fin y siempre se
pierde el concepto. Una idea "manoseada"
pierde el
rumbo de la estrategia.
Mucha gente me ha
dicho que si
una empresa sobrevive los primeros 5 años, ya la hizo, pero
tengo mis dudas. Para mí, apenas empieza a tomar forma la agencia y a
partir de hoy
espero poder sobrevivir 5 años más. Con el compromiso de mi equipo
estoy seguro que
serán 5, 10, 50, 100, esperando que en un futuro tengamos la
misma filosofía de
hoy, generar buenas ideas de negocio para fortalecer la imagen
de nuestros
clientes.
El año 4, que
pintaba para ser el
mejor, no lo fue, honestamente la sufrimos. Se fueron cuentas
importantes, tomé
malas decisiones administrativas, de gestión y creativas. En
ciertos proyectos
toqué fondo, pero siempre con el valor de dar la cara, reconocer
la falla y
solucionarlo en el momento, porque gracias a los errores uno
aprende y el
verdadero error sería volverla a cagar, aunque no será así. Uno
debe aprender
de sus propios errores, así como los ajenos.
Todo el tiempo
pienso en la
agencia, durante el día, la noche, en el tráfico, en el cine, en
la regadera,
en mi cama, en el antro, en las bodas, con mis amigos, en
Navidad; como,
respiro, sueño con la gestión de la empresa, que si ya se hizo
esto, que hay
que mandar la cotización, que no me ha marcado el proveedor, que
el moroso
sigue haciendo de las suyas, que si hay que meter más talento,
que el foco ya
se debe cambiar, que ya viene quincena, etc. etc.... sé que es
parte de mi vida
y aunque muchas veces me "forevereo" y frustro, no me desanimo y
disfruto cada momento lo que se vive en FC.
Gracias a mi
familia, amigos,
clientes, proveedores, enemigos, a mi adorado equipo que tanto
quiero y las
personas que con sus consejos me han ayudado a construir mi
visión y fortalecer
al amor de mi vida, la agencia.